lunes, 13 de enero de 2014

Tonta Y Linda

Tonta y Linda
¿Podría ser esta la definición de la  persona perfecta?
Y no, no hablo sobre belleza o inteligencia, sí
sobre inocencia y calor humano. Aquello que
nos hace sonreír o pensar en  la existencia de
ese ser:
Que no comprenda la maledicencia o el
doble sentido de la mayoría de las palabras
que por doquier oímos.
Que se sonroja por las palabras tan fácilmente dichas
y tan poco elaboradas.
Aquel que nos causa estupor ante la idea
de que pueda marchar sólo por el mundo.
En pocas letras aquel que debería ser. Me pregunto si...
Es por lo menos factible que este ser cause menor
gracia y más admiración... Pido demasiado.
  

Luchar por retener aquello
que perderás sin remedio
¿No es acaso un sinsentido?
Temer, sí yo también temo
las postreras horas de mi ser
Más no escondo en rincones de seda
los ásperos resquicios
que reinan doblegados
en mí.
Ara tierra en surcos ya labrados
otrora vergel de prados y llanos.