Subirte en un bus en Londres es prepararte para hacer
un recorrido internacional de colores, clases y olores.
Todo es normal. ..
Desde la niña con uniforme hasta el vagabundo
cubierto de suciedad y tambaleante.
Desde el pasajero que usa el transporte como tal
hasta aquel que toma sus comidas o recupera
el sueño perdido por los largos trayectos.
Tantas Vidas que cruzan sus caminos y sin embargo se ignoran.
A tan solo "un bus" cambia el aspecto de todo y todos.
Cada parada es una exposición de culturas y religiones...
Cada parada es parte de un prisma de lenguas que Babel
tendría por adecuada herencia.
En algunas ocasiones las miradas parecen hablarte...
De disconformidad, aceptación, resignación o severidad ,
e incluso sobre desprecio.
Me pregunto si...
Verdaderamente esta sociedad llegará a integrarse.
Es dificil cuando todos y cada uno de nosotros seguimos
nuestros preceptos y en algunos casos observamos al otro
desde arriba...
Aún así cuando me pierdo en la mirada de los pequeños tan sólo veo
Principes y Princesas de un reino que, aún con caido semblante
Podra alzar su vuelo en pos de diferentes caminos.
Al menos eso anhelo.
