viernes, 11 de octubre de 2013

Alice Munro


"Initially regarded as a housewife whose  writing was domestic and boring, elusive perfection drove Canadian to literary stardom"


Tomado de Twitter, sí ya lo sé hay muchas publicaciones serias que hablan sobre 
esta señora y su nobel, pero la frase me pareció especial y digamos que esperanzadora, 
por ello la tomo prestada. Creo entender que , cuando como ama de casa,
y en esos momentos que no sabemos cómo pero  nos quedan... 
entre comidas y cargos varios (si no trabajamos fuera también) comenzó a escribir.
        
Me da una alegría inmensa pues aunque no comparo en absoluto mis letras con las suyas,
no le llego a los tobillos sinceramente hablando...  Me hace soñar con un día en el cual más de nosotras 
podamos ver por lo menos apreciado aquello que escribimos o creamos.
¿Me pregunto si...?

Sí es verdad que la practica hace al maestro, llegará el día, que me podré sentir orgullosa o incluso
vanidosa de tantas letras que mis dedos han plasmado, no sólo mirar las visitas... 

Amo el silencio 
en los días de lluvia
cuando la gente huye
bajo coloridos techos.
Tan sólo tú
tan sólo tú dulce y frío goteo
envolviéndolo todo 
embebido en tu propio eco.

Amo el silencio
que arropa la larga espera
rodeado de nadie
y anhelado por todos.

Pero sobre todo
Amo el silencio de nuestras distancias
enfrentadas y avenidas
oscuras y claras 
eternas.




domingo, 6 de octubre de 2013

Era, Lapso, Espacio...

Tiempo al tiempo.
El tiempo todo lo pone en su lugar.
No hay mal que dure cien años... Ni cuerpo que lo aguante.
Eh aquí una muestra de lo que una palabra o un concepto puede llegar a significar.
Entonces
¿Por qué aferrarnos?
¿Por qué sufrir, llorar...?
Tal vez
Porque la vida puede ser el aleteo de una mariposa y las mariposas son bellas.
Porque lo que no se tiene es lo que más se desea, esto es, tiempo, infinito y perfecto.
Me pregunto pues...
Si de alguna manera, aquello que menos percibimos, es aquello que más atesoramos
en el momento que vislumbramos su presencia en nuestras vidas. Y sin embargo
tantas veces estos cuidados son infructuosos.
¿Por qué nos rodeamos de sempiternas ilusiones y albergamos falsas realidades?
Porque en fin, como meros humanos, no alcanzamos a valorar
la dicha de poder suspirar hasta ese momento
en que fijas nuestras miradas hallan su última imagen.
Debería emplazar, convocar al disfrute del tic tac de toda existencia.
Debería valorar la coyuntura que se me ha brindado y observar cada imagen con detalle.
Debería alzar mis dedos e ir a abrazarte.