domingo, 6 de octubre de 2013

Era, Lapso, Espacio...

Tiempo al tiempo.
El tiempo todo lo pone en su lugar.
No hay mal que dure cien años... Ni cuerpo que lo aguante.
Eh aquí una muestra de lo que una palabra o un concepto puede llegar a significar.
Entonces
¿Por qué aferrarnos?
¿Por qué sufrir, llorar...?
Tal vez
Porque la vida puede ser el aleteo de una mariposa y las mariposas son bellas.
Porque lo que no se tiene es lo que más se desea, esto es, tiempo, infinito y perfecto.
Me pregunto pues...
Si de alguna manera, aquello que menos percibimos, es aquello que más atesoramos
en el momento que vislumbramos su presencia en nuestras vidas. Y sin embargo
tantas veces estos cuidados son infructuosos.
¿Por qué nos rodeamos de sempiternas ilusiones y albergamos falsas realidades?
Porque en fin, como meros humanos, no alcanzamos a valorar
la dicha de poder suspirar hasta ese momento
en que fijas nuestras miradas hallan su última imagen.
Debería emplazar, convocar al disfrute del tic tac de toda existencia.
Debería valorar la coyuntura que se me ha brindado y observar cada imagen con detalle.
Debería alzar mis dedos e ir a abrazarte.






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